jueves, 14 de julio de 2011

REAPRENDER

“La vida nos ofrece una infinidad de oportunidades, depende de nosotros si queremos tomarlas o no” frase muy trillada, pero muy cierta. Siempre es cómodo quejarnos, estar en el lugar de victimas, diciendo ¿Por qué a mí? En lugar de preguntarnos ¿qué fue lo que no realicé correctamente? No vemos que nosotros somos los que nos causamos los malestares. Como todo, siempre somos los últimos en enterarnos de que quién nos ha estado engañando todo este tiempo es uno mismo, el que nos está haciendo daño poco a poco y dejamos la responsabilidad a otros.
He notado últimamente una gran necesidad de expresión de las personas, pero no saben cómo hacerlo, y uno se expone que miles de personas las lean ya sea en facebook o twitter, confieso que lo he hecho, pero no cosas íntimas, hay cosas que se resuelven analizándolos uno mismo. A lo que voy con esto, es que se busca siempre de la aprobación de los demás, de que el otro te diga que hacer y así muy fácilmente uno se deslinda de las responsabilidades que son propios. Es difícil que el ser humano tome el sentido de la responsabilidad hacia sus propios actos, ya que se le ha enseñado a realizar todo lo contrario, ya sea por experiencias propias o de otros, pero yo siempre he creído que el ser humano es capaz de realizar todo lo que se proponga con solo pensarlo y ponerlo a la práctica. Hace falta estar con uno mismo, le tenemos tanto miedo a la soledad, a esa soledad de descubrirnos, y de saber de qué somos capaces. ¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste del atardecer? ¿Cuándo fue la última vez que decidiste caminar sólo al parque y disfrutar del paisaje? ¿Cuándo fue la última vez que solamente disfrutaste algo observándolo, tocándolo, oliéndolo o escuchándolo sin emitir un solo pensamiento? Puede ser que fue hace unos días, unas semanas, meses y por qué no, años… de vez en cuando hay que ser egoístas y pensar solamente en nosotros, no es un pecado y si lo fuera ¡qué más da! Mientras yo me sienta bien y son daño a terceros claro.
Hay que reaprender de nuevo, saber caminar, a observar, a tocar, a sentir; hay que darse esa oportunidad, lo merecemos, cada uno de nosotros. Y verán que poco a poco las cosas se verán desde otra perspectiva, los caminos a la solución de los problemas se abrirán fácilmente.
Esto está escrito para todas aquellas personas que quieren aprender a descubrirse, a reír, a llorar, a enojarse, a sentir!! ¿Quién dijo que la vida es solo felicidad? El ser humano es un ser tan grande e inexplicable que no cabe en un adjetivo todo lo que es capaz de sentir, somos seres cambiantes y como tal vivimos en frecuente movimiento, a veces se está arriba y a veces abajo, todo depende de cómo uno lo vea… Todo es aprendizaje, y el resultado de los actos siempre dependerá de todo lo que nosotros hagamos, no de los demás, ya sean agradables o desagradables.